En la búsqueda de mejorar nuestro rendimiento en el gimnasio y alcanzar nuestros objetivos de salud y condición física, a menudo pensamos que pasar más tiempo entrenando será la clave. Si bien esto no es del todo falso, es solo una parte de la ecuación, ya que existen otros factores cruciales a considerar.
El trabajo realizado en el gimnasio o durante el ejercicio en general no cuenta toda la historia, ya que el gimnasio no es el lugar donde tu cuerpo experimenta los cambios reales. No se vuelve más fuerte, delgado o rápido en el gimnasio. El trabajo en el gimnasio es simplemente la señal, el catalizador que inicia el proceso de crecimiento, pero eso es todo, solo el catalizador.
El crecimiento real ocurre en las horas y días posteriores al entrenamiento. El período de tiempo que conduce a los cambios más significativos en tu cuerpo es, de hecho, cuando estás durmiendo. Durante el sueño, tu cuerpo lleva a cabo la mayoría de sus procesos de limpieza y regeneración. Es durante este periodo que se libera la mayor cantidad de hormona de crecimiento, el "ingrediente secreto" de la recuperación.
Puedes pensar en esto de manera similar a correr sobre hielo. Puedes mover los pies y las piernas más rápido que cualquier persona en el planeta, pero no llegarás a ningún lado si no hay fricción entre tus pies y el hielo. Resbalarás y te deslizarás sin avanzar. De hecho, te cansarás rápidamente, y si no tienes cuidado, terminarás en el suelo sobre el hielo.
Cuando duermes lo suficiente, es como agregar clavos en la parte inferior de tus zapatos; con clavos, no importa cuán resbaladizo sea el hielo, porque tienes suficiente fricción para transformar toda esa energía en movimiento hacia adelante.
El sueño es el fundamento de la recuperación y lo que hace que el arduo trabajo que haces en el gimnasio "se quede contigo".
¿Qué debes hacer al respecto?
Es una cosa decir: "El sueño es importante", pero es algo completamente diferente ajustar tu mentalidad y estilo de vida para alinearte con ese hecho.
El primer paso más simple es preguntarte a ti mismo dónde has estado sacrificando el sueño por otras actividades y qué límites necesitas establecer para evitar esos compromisos.
Por ejemplo:
¿Prefieres el entretenimiento en lugar del sueño al desplazarte interminablemente por las redes sociales, jugar videojuegos, ver series en Netflix o perderte en laberintos del Shopping online?
Si te identificas con esto, considera qué límites debes establecer. Un excelente punto de partida sería establecer un horario de sueño constante y reglas para el uso de pantallas antes de dormir, como "sin pantallas 1 hora antes de acostarte y en la cama a las 10:30 sin excepciones".
Si estableces estos límites, solo tendrás que decidir una vez en lugar de cuestionarlo todas las noches cuando sea hora de ir a la cama.
Dedica 10 minutos ahora mismo para hacer esto por ti mismo:
Determina dónde has estado sacrificando el sueño por otras actividades.
Establece límites para evitar seguir haciendo esos compromisos.
Estos podrían ser los 10 minutos más valiosos que inviertas en tu salud este trimestre.
Conclusión
En resumen, dedica más tiempo al sueño antes de dedicar más tiempo al gym, el tiempo que pasas en el gimnasio es importante, pero el sueño es el cimiento sobre el cual se construye tu salud y rendimiento. Asegurarte de que estás durmiendo lo suficiente es esencial para permitir que tu cuerpo se recupere, se repare y se fortalezca. Ajustar tus hábitos de sueño y establecer límites para proteger tu tiempo de descanso puede marcar una gran diferencia en tu búsqueda de un estilo de vida más saludable y un mejor rendimiento en el gimnasio. No subestimes el poder del sueño; es la clave para que todo tu arduo trabajo rinda sus frutos.
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